Villa Crespo: cayó un chapista que se mantenía prófugo
Gracias a una investigación, la Policía de la Ciudad capturó en el barrio de Villa Crespo a un hombre de 52 años que se encontraba prófugo de la Justicia luego de ser acusado de abusar sexualmente de sus tres hijas menores de edad.
Personal de la División Capturas y Prófugos, perteneciente al Departamento Búsqueda de Personas de la Policía de la Ciudad, fue solicitado por el Juzgado Nacional Criminal y Correccional Número 27, a cargo del doctor Julio Baños y ante la Secretaría 124 de la doctora María Martínez, para dar con el paradero de un hombre acusado de abuso sexual con acceso carnal reiterado y agravado por el vínculo.
El sujeto está acusado de violar a sus tres hijas menores de edad durante gran parte de su infancia. La menor de ellas solicitó ayuda en la escuela a la que concurre y las autoridades del establecimiento realizaron la denuncia de forma inmediata.
El personal del Departamentos de Investigaciones Capturas 5 de la Policía de la Ciudad inició las tareas y determinó en un primer momento que el imputado tenía como último domicilio una propiedad en la ciudad de Merlo, Provincia de Buenos Aires, pero al llegar a ese lugar, la vivienda estaba cerrada y los vecinos indicaron que allí ya no vivía nadie.
Siguiendo con la investigación, los oficiales porteños descubrieron que el hermano del acusado contaba con un taller de chapa y pintura en la calle Remedios de Escalada de San Martín al 500, en el barrio de Villa Crespo.
El hombre buscado se desempeñaba también como chapista y por este motivo se inició una vigilancia encubierta sobre el taller del hermano para ver si en ese lugar se estaba escondiendo.
Durante los primeros días, se corroboró que cuando el dueño del local se retiraba a la noche no le ponía candado a la persiana del lado de afuera, algo que le llamó la atención a los oficiales.
Los efectivos continuaron con las tareas de vigilancia hasta que un día observaron a un hombre abrir la persiana y salir caminando, con una capucha y el barbijo para evitar que se le vea el rostro.
Por esta razón, los oficiales comenzaron a seguirlo y lograron reducirlo sobre la calle Tres Arroyos al 900. Al corroborar que se trataba del imputado, la Policía de la Ciudad se comunicó con el magistrado a cargo del caso, que dispuso la detención inmediata del mismo y su traslado a la dependencia de seguridad