Vecinos y entidades donan 160.000 barbijos caseros
Con materiales que fueron entregados por el municipio en algunos casos, y vecinos y emprendedores textiles de San Isidro en otros, cada vez más personas se suman a la red de voluntarios para confeccionar barbijos caseros desde sus casas y talleres para colaborar en medio de la pandemia del
coronavirus.
Al día de hoy, se donaron unos 160.000 tapabocas que el municipio reparte en todas
las localidades del Partido.
Aún antes de que se decretara su uso obligatorio en el distrito, el avance del COVID-19 movilizó a muchas familias y emprendedores que decidieron crear barbijos caseros para donar a la comunidad. Ante esta muestra masiva de solidaridad, la Dirección de Acción Social de San Isidro decidió conformar una red de voluntariado que utiliza su ingenio y aprovecha el tiempo de aislamiento para producir y donar elementos de protección facial.
Uno de los lugares de mayor producción es el centro “Dr. Ramón Carrillo” de Beccar,
en donde modistas y estudiantes se turnan para aprovechar el espacio con máquinas y mesas de corte para producir hasta 2.500 barbijos caseros por día.
Todas las semanas, el municipio instala unos once stands en distintos puntos estratégicos como centros comerciales y filas de bancos para entregar hasta tres barbijos caseros por persona. Además, los voluntarios enseñan cómo utilizarlos y desinfectarlos.
“Recientemente sumamos nuevos puntos en comedores, merenderos y movimientos sociales para que los tapabocas se entreguen con los bolsones de comida. El mensaje de cuidarnos entre todos está haciendo efecto porque vemos un alto acatamiento en el uso del barbijo casero”, señaló Ticiana La Mónica, directora general de Acción Social de San Isidro.
Y además recordó que esta iniciativa ayuda a preservar los barbijos profesionales
para el personal de salud.
El reparto de tapabocas comenzó en una primera etapa por los barrios más vulnerables como La Cava, Sauce, San Cayetano, Uruguay y Martín y Omar. Luego, se extendió a todas las localidades: Beccar, San Isidro, Acassuso, Villa Adelina y Boulogne.
Los barbijos de tela son importantes para disminuir la propagación del COVID-19. Si
la persona está infectada, pero no tiene síntomas, con el barbijo baja el riesgo de contagio. En la actualidad, los enfermos asintomáticos pueden representar un alto porcentaje.
“Cumplimos el objetivo de entregar los 120.000 tapabocas, pero la red de voluntarios no
para y ya se confeccionaron 160.000. Estamos tratando de llegar a todos los vecinos de cada localidad”, contó Macarena Posse, a cargo de la coordinación entre el Municipio, y las entidades intermedias y vecinos.
Mientras hacía la fila para comprar en un almacén, Walter Benítez de Martínez, destacó:
“El municipio siempre presente en momentos complicados. Está buenísimo que se acerquen a entregar los barbijos y también a asesorarnos sobre su uso. En San Isidro nos cuidamos entre todos”.
Tras salir de una farmacia de Beccar, Sofía Del Valle agregó: “Esto ayuda a que
tomemos conciencia para que sigamos con todos los cuidados necesarios. El hecho de usar el tapaboca se transformó en algo habitual”.