Una muerte que pudo ser evitada ¿Quién era Lucia Costa?
Lucía Aylen Costa Osores, de 18 años, salió como una joven más a comer a un bar de San Miguel, Zar Burguers.
Pero en un momento de la noche, una mesera se acercó a la mesa donde estaba la joven con sus amigos con un bidón de cinco litros de combustible líquido, para mantener encendida la llama de una especie de brasero que funcionaba como centro de mesa decorativo con fuego.
Cuando la empleada intentó acercar el bidón para reponer el alcohol, se produjo una explosión que cubrió a Lucía y a todos sus amigos en llamas.
Lucía sufrió quemaduras en el 40% de su cuerpo y las vías respiratorias. Fue trasladada con vida al Instituto del Quemado, pero su estado era grave, por lo que sufrió un infarto y murió.
“Lucy”, como la llamaban sus amigas, trabajaba como manicura y estaba haciendo un curso de peluquería.
Costa integraba el Espacio Joven de la Parroquia Catedral de San Miguel, también tenía planes para mudarse a estudiar y trabajar al sur del país, que habían quedado suspendidos por las medidas tomadas a raíz de la pandemia de COVID-19.
“Lucía estaba por mudarse a Santa Cruz, iba a ver si estudiaba a distancia desde ahí, todavía no lo tenía decidido. Se suspendió por el coronavirus y nosotros estábamos contentos de que no se había mudado porque se quedaba con nosotros. Mirá si se hubiera ido”, manifestó Octavio, uno de sus amigos.
“Era una chica buena, trabajaba como manicura y era coqueta, linda, se preocupaba mucho por ella misma. Era una diva”, recordó el joven.
Por su parte, el padre de la víctima, Pablo, afirmó: “Mi hija de 18 años era una nena sana, que ni siquiera tomaba alcohol. Trabajé toda mi vida para que pueda estudiar. Le gustaban las uñas así que hizo el curso de manicura, empezó a trabajar y tuvo ganas de hacer el curso de peluquería. Se iba este año a estudiar y trabajar al Sur. Vino a comer una hamburguesa con amigos y le pasó esto”.
En medio del dolor por la pérdida de su hija, el hombre agregó: “Lucy salía muy poco, era una chica de hogar, pero tenía muchísimos amigos. Ella misionaba en la catedral de San Miguel y salían a predicar a las provincias. Era un sol y tenía un corazón de oro, por eso no entiendo por qué le pasó lo que le pasó”.