Senderismo por el sorprendente Valle de los Cactus del norte neuquino
Son plantas endémicas de Argentina consideradas una rareza en la Patagonia. Aunque su origen y las condiciones ambientales son un misterio para los científicos, durante el la actividad se pueden observar su hábitat y apreciar sus flores de colores violeta y fucsia.
El Valle de los Cactus de Pequenco en la región norte del Neuquén será escenario de una caminata de senderismo el próximo 22 de junio. El lugar se ubica en un área natural de la localidad de Buta Ranquil.
Se trata de una actividad organizada por la prestadora de servicios Geosenderos. La salida y la llegada, de 8 a 15, se realizan desde la Oficina de Informes Turísticos de la localidad sobre la Ruta 40.
Los sitios a recorrer incluyen el área del Yacimiento El Portón y el Cerro Pequenco de 991 metros de altura. En tanto, el circuito tiene un total de 9 kilómetros (6 km de ida y 3 km de vuelta).
La actividad consiste en una caminata de moderada intensidad sobre una antigua huella petrolera, en una serranía de estepa arbustiva con dirección hacia el área natural de los cactus “gigantes”
Allí, las rocas de millones de años mezcladas con arenisca, caliza y sales estratificadas y que perduran al paso del tiempo, hicieron posible crear un microclima que protege a estos cactus Denmoza rhodacanth, tal su nombre científico.
El área natural de los Cactus de Pequenco fue declarada de interés municipal y se encuentra en proyecto de reserva natural protegida. Es un lugar turístico de la emblemática Ruta 40 y el Corredor del Colorado.
Para inscripción e información, comunicarse con el guía Eduardo Vega de Geosenderos al teléfono móvil 2942 556757 o al correo [email protected].
El atractivo científico y turístico de los cactus
El Cerro Pequenco ha sido formado por las fuerzas de la naturaleza, creando un reducto rocoso del periodo cretácico, el cual ha preservado el área natural con cactus columnares de la especie Denmoza rhodacanth.
Este tipo de cactus – llamativo por su gran tamaño-, es una planta endémica de Argentina, es decir que habita únicamente en nuestro país. Se la puede encontrar desde Salta hasta Mendoza en la estepa arbustiva de monte, siendo una rareza para la Patagonia.
Los estudiosos y científicos todavía se preguntan su origen y que condiciones ambientales les dan protección. En el senderismo se observará cuáles son algunas de las condiciones en su contexto natural, además de apreciar sus flores de colores violeta y fucsia.