Se retiran vehículos abandonados en la vía pública
El intendente Abella supervisó los trabajos que llevó adelante la Dirección de Tránsito y Transporte en el barrio Lubo, en el marco de un operativo para retirar estos vehículos que generaban focos de contaminación e inseguridad.
En el marco de los operativos que viene realizando la Dirección de Tránsito y Transporte del Municipio, este jueves se retiraron autos abandonados en la vía pública.
En esta oportunidad, el intendente Sebastián Abella supervisó los trabajos se llevaron adelante en el barrio Lubo, luego de realizar un relevamiento por las calles del lugar.
Estas acciones se realizaron en materia de prevención de accidentes, delitos, contaminación ambiental y mejoramiento del espacio público ya que la mala disposición de estos autos generan focos de contaminación e inseguridad.
En este sentido, el jefe comunal indicó que para solicitar el retiro de los vehículos que están sobre las calles los vecinos pueden comunicarse con la mesa de enlace del CIMoPU o a través de la App “Alerta Campana”.
Además, explicó que luego de dar aviso a los propietarios, personal municipal removerá los autos que serán trasladados al nuevo depósito municipal ubicado en la calle Luraschi (detrás del cementerio), hasta determinar el destino final de los mismos.
“Estamos encarando una importante campaña para levantar los vehículos abandonados en la vía pública con el objetivo de lograr la ciudad limpia, ordenada y segura, haciendo un aporte importante a la urbana”, enfatizó Abella, al tiempo que mencionó que para recuperar las unidades retenidas, los propietarios deberán acercarse a la Dirección de Tránsito y realizar los trámites correspondientes.
En tanto que, el director General de Tránsito y Transporte, Alejandro Barja –acompañado por ladirectora de Planificación de Tránsito y Transporte, Viviana Ramallo- aseguró que unos 500 autos abandonados ya fueron retirados.
Y manifestó que luego de verificar las unidades en desuso sobre el espacio público, se notifica a los dueños y se les da diez días de prórroga –tal como lo prevé la ley-; y si no hay respuesta, se remueven.
