¿Qué se celebra el 9 de Julio en Argentina?

El Día de la Independencia de la República Argentina es una fiesta patria nacional que se celebra el 9 de julio. Este día conmemora la firma de la Declaración de Independencia de la Argentina, el martes 9 de julio de 1816 en la casa de Francisca Bazán de Laguna, declarada en 1941 Monumento Histórico Nacional.

La decisión fue tomada por el Congreso de Tucumán, que sesionó en la ciudad de San Miguel de Tucumán de las entonces Provincias Unidas del Río de la Plata, por la cual el país proclamó su independencia política de la monarquía española y renunció también a toda dominación extranjera.

El primer debate del Congreso se centró en la forma de gobierno. La mayoría de los participantes estaban de acuerdo con establecer una monarquía constitucional, que era la forma más aceptada en Europa. En aquellos años una de las pocas repúblicas era los Estados Unidos de Norteamérica.

El diputado por Jujuy, Sánchez de Bustamante, pidió abordar el “proyecto de deliberación sobre la libertad e independencia del país”. Y el secretario Juan José Paso preguntó a sus colegas “si querían que las Provincias de la Unión fuesen una nación libre de los reyes de España y su metrópoli”. Todos los diputados aprobaron la propuesta de Paso.

En ese momento fue firmada el Acta de la Independencia. Luego, en la sesión del 19 de julio, uno de los diputados por Buenos Aires, Pedro Medrano, previniendo las gestiones secretas que involucraban a algunos congresales encaminadas a entregar las provincias, independientes de España, al dominio de Portugal o Inglaterra, señaló que “antes de pasar al Ejército el acta de independencia y la fórmula del juramento, se agregase, ‘de toda dominación extranjera’»en el acta para sofocar el rumor que existía acerca de la posibilidad de entregar el país a los portugueses.

La declaración iba acompañada de un sugerente documento que decía “fin de la Revolución, principio del Orden”, en el que los congresales dejaban en claro que les preocupaba dar una imagen de moderación frente a los poderosos de Europa que, tras la derrota de Napoleón, no toleraban la compleja palabra Revolución.

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