Novak Djokovic deberá abandonar Australia por un problema con su visa

Tras haber estado retenido ocho horas en el aeropuerto, el serbio, que había tramitado la exención médica por no estar vacunado, no podrá disputar el Grand Slam. Sus abogados intentarán apelar esta decisión.

Luego de más de ocho horas de haber estado retenido en el Aeropuerto Internacional Tullamarine de Melbourne, Novak Djokovic no recibió el permiso por parte de las autoridades australianas para poder ingresar al país para disputar el Abierto de Australia y deberá volver a Serbia en el próximo vuelo.

“La Fuerza Fronteriza de Australia continuará asegurándose de que quienes lleguen a nuestra frontera cumplan con nuestras leyes y requisitos de entrada. La ABF puede confirmar que el Sr. Djokovic no proporcionó las pruebas adecuadas para cumplir con los requisitos de entrada a Australia y, posteriormente, se canceló su visa. Los no ciudadanos que no tengan una visa válida a la entrada o que hayan cancelado su visa serán detenidos y expulsados de Australia”, señala el comunicado emitido por el organismo.

Resta saber si, mientras sus abogados buscan revertir esta decisión, Nole aguardará en el aeropuerto o pedirá algún tipo de alojamiento por parte del gobierno australiano. Por su parte, el Ministro de Salud, Greg Hunt, informó que el número 1 del ranking ATP “falló en proveer la evidencia necesaria para los requisitos de entrada a Australia”, en concordancia con el escrito publicado por la ABF. “Francamente, hemos sido muy fuertes, claros y absolutos, hay una regla para todos”, sostuvo.

Pese a que el tenista de 34 años había tramitado la exención que le permitía jugar el certamen sin estar vacunado, hubo un problema con su visado por el cual no pudo pisar el territorio del país oceánico. Es que el gobierno del estado de Victoria informó que había rechazado una solicitud para patrocinar su visa, horas antes de que aterrizara en Melbourne alrededor de las 11.30 p.m.

Por ese motivo, apenas descendió del avión el serbio fue escoltado por agentes de la Fuerza Fronteriza rumbo a un cuarto aislado en donde estuvo varias horas siendo interrogado sin acceso a su teléfono celular. Mientras tanto, su equipo esperaba que todo se resolviera del otro lado de la puerta, escoltada por dos oficiales.

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