Javier Milei se reunió con el jefe del Comando Sur en Casa Rosada
El jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, almirante Alvin Holsey, llegó esta mañana a Casa Rosada para reunirse con el presidente Javier Milei y continuar con las señales concretas de acercamiento entre el gobierno argentino y la administración nacional de Donald Trump.
Holsey estuvo reunido con el mandatario libertario algo más de 45 minutos. “El Presidente Javier Milei recibió en Casa Rosada al Comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, Almirante Alvin Holsey, junto a su comitiva. Participó también de la reunión el Ministro de Defensa, Luis Petri”, expresaron en tuit.
El Almirante a las 10:53 de la mañana, donde fue recibido por el jefe de la Casa Militar, Sebastián Ibáñez, y el ministro de Defensa, Luis Petri; yéndose prácticamente una hora más tarde junto a su delegación, entre los que estaban Abigail Dressel, encargada de negocios y actual responsable de la sede diplomática estadounidense en Argentina, y el Mayor General Julian Cheater, director de Estrategia, Políticas y Planes del Comando Sur.
“Estamos atravesando una etapa de gran sintonía y entendimiento con Estados Unidos, con una agenda común que incluye seguridad, economía, defensa y lucha contra el terrorismo. Esta visita es trascendental y ratifica el camino que venimos recorriendo juntos”, marcó el ministro de Defensa, quien contó que se coincidió en el “objetivo de profundizar la cooperación militar y consolidar a la Argentina como un socio confiable y estratégico en la promoción de la democracia, la estabilidad y el desarrollo regional”.
El encuentro entre Holsey y Milei en la Casa Rosada es el punto álgido de la visita del Comando Sur a la Argentina, país que mantiene una relación de privilegio total de parte de los Estados Unidos.
Un gesto claro de la buena sintonía entre la administración libertaria y la de Donald Trump fue la reciente visita al país del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, en medio de la tensión global que comenzó este mes luego del recrudecimiento de la política arancelaria decretada por los republicanos. También fue vital el peso de la Casa Blanca para que el FMI concediera el nuevo préstamo de 20.000 millones de dólares.