Instituto ascendió a la primera división del fútbol nacional
Con una excelente campaña que solo fue opacada por el conjunto de los piratas de Alberdi, la Gloria de Alta Córdoba obtuvo 68 puntos y finalizó segundo en el torneo de la B Nacional.
Lo que le permitió jugar las instancias de las semis-finales del reducido de la segunda división con ventaja deportiva (tenía localía a favor y con un doble empate pasaba a la final). En este contexto había dejado afuera a Defensores de Belgrano de la capital federal, y ahora era el turno de enfrentar al “pincha” de Caseros en la final de un reducido cada vez más atrapante y complicado.
Sábado de Gloria: tensión y mucha ansiedad contenida
En el partido de ida, Instituto había igualado sin goles en Buenos Aires y solo quedaba disputar la gran finalísima en el Monumental de Alta Córdoba. El encuentro estaba estipulado para las 20:10 horas, pero ya desde el mediodía del sábado 19 de noviembre de 2022, los alrededores del estadio del albirrojo se colmaban de simpatizantes en un marco de algarabía que se iba a contener hasta después de las 22:10 horas, cuando el árbitro Fernando Espinoza (de polémico arbitraje diera el pitazo final).
A cancha repleta y con ventaja deportiva, el conjunto rojo y blanco salió al rectángulo con un recibimiento histórico impulsado por sus fanáticos. Bombas de humo (rojas) que colmaron la visual sobre la tribuna de la calle Sucre, un sinfín de bengalas de luces y fuegos artificiales por las 4 gradas del monumental Juan Domingo Perón, acompañaron a la maza gloriosa de más de 28.000mil hinchas que se acercaron para alentar a la escuadra de Alta Córdoba.
No iba a ser un partido más, y mucho menos cuando las cosas no salen como las había planteado el DT. de la Gloria, Lucas Bovaglio. Porque a tan sólo 14 minutos del primer tiempo llegaría la apertura del marcador para Estudiantes de Caseros, con nombre y apellido de: Juan Cruz Randazzo, el líbero del conjunto del matador de Buenos Aires, le daba la victoria parcial a un difícil conjunto visitante que venía a buscar la gran hazaña. Y con ese resultado se fueron al descanso.
Ya en el segundo tiempo, la Gloria salió a matar o morir, y con dos hombres de más, el equipo local se refugió en su identidad de juego, aquella que le había dado tantos buenos resultados y que en su última noche para demostrarlo ante una multitud que estallaba en ensordecedor aliento, y convertía al monumental en una noche de “infierno rojo y blanco”, salía en busca de un empate que no tardó en llegar. A los 55 minutos del complemento, aparecía el “negro” Alarcón, el ex defensor de Tigre, aprovechó una pelota parada y marcó el empate con un gol de cabeza que hizo explotar a todo el coqueto barrio de Alta Córdoba.
Con superioridad numérica, Instituto siguió buscando para poder cerrar el partido y jugar más tranquilo, pero una seguidilla de goles errados por su atacante Jonathan Dellarossa hizo que el partido mantuviera el mismo suspenso que al minuto cero (del partido de ida). Ya en los segundos finales y con un albirrojo que se apoderó de la posesión de la pelota y jugar con los nervios del rival, que a esas alturas ya estaban consumados en contra del mal arbitraje que había tenido Espinoza.
Finalmente, el empate se consumó y la hinchada de un pueblo tan sufrido como el de Instituto pudo festejar la vuelta a la primera división del fútbol grande de la argentina, para ello, la institución de Alta Córdoba debió esperar 16 años para lograr la tan esperada consagración a primera.
De mayor a menor
Instituto consiguió el objetivo del regreso a la máxima categoría del futbol nacional con un plantel que fue superlativo con el correr de las fechas, y en ese planteo de local se volvió imparable. A tal punto que finalizó el torneo “invicto de local” (incluyendo los dos partidos que disputo en instancias del reducido) y con altos rendimientos en la mayoría de sus líneas de juego.
Con un gran trabajo atlético que fue en alzas de su incondicional arquero Jorge Carranza, y otros tantos como: Alarcón, Parnisari, Corda y Giuliano Cerato, quienes terminaron de conformar una sólida defensa y lo hicieron a Instituto un equipo que se supo defender con mucha prolijidad. Su medio campo también fue vistoso y preciso, en esa línea se destacaron, Graciani, Watson y Santiago Rodríguez, y un esfuerzo descomunal de Roberto Bochi “el albañil del medio”. Mientras que, en el ataque, todos estuvieron más a la altura de jugar para el equipo que de destacarse individualmente, caso de Cuchi y Gregorio Rodríguez.
Sin duda, es un excelente marco para el turismo deportivo a fututo en Córdoba. Con la presencia del Instituto Atlético Central Córdoba en primera, se sumará una tercera plaza (Talleres y Belgrano) y se esperan importantes y destacados partidos con la presencia de los grandes del país en terruño cordobés.