Abren el celular de Milman en la causa del atentado a CFK
En el marco de la investigación sobre el intento de asesinato contra Cristina Fernández de Kirchner, la jueza María Eugenia Capuchetti decidió finalmente abrir el teléfono que aportó Gerardo Milman, diputado de Juntos por el Cambio. Se trata de un iPhone 14 Pro Max, modelo lanzado después del atentado, que Milman entregó al juzgado como señal de buena voluntad.
En un informe reciente, el Escuadrón de Investigaciones de Delitos Complejos de Gendarmería Nacional advirtió que su tecnología forense, incluida la versión actualizada del UFED Premium Cellebrite, no es compatible con ese modelo. Informaron además que solo permiten el desbloqueo “en caliente” (sin haber apagado el celular) en modelos anteriores, como el iPhone 13 Pro Max.
Los abogados de Cristina Kirchner, autores de la querella, advirtieron que Milman habría entregado un “teléfono trucho”: un modelo adquirido meses después del atentado y registrado en su línea recién nueve semanas más tarde.
Capuchetti restringió el análisis del contenido a un período específico, desde el 1 de julio de 2022 hasta el 10 de mayo de 2023, buscando evitar la revisión de datos irrelevantes. No obstante, la clave del dispositivo sigue sin ser aportada por Milman, lo que deja al peritaje en una situación crítica.
En paralelo, persiste la controversia sobre otros tres teléfonos que Milman utilizaba al momento del atentado. La querella y la fiscalía exigen su secuestro para su análisis, medida que todavía no ha sido autorizada por las instancias judiciales correspondientes. Además, se busca que las empresas de telefonía revelen el tráfico de IMEI asociado a esas líneas, algo que Capuchetti mantuvo hasta ahora bajo reserva.
Entre los elementos de la hipótesis investigativa se hallan declaraciones de testigos, como el asesor Jorge Abello, que escucharían a Milman en el bar Casablanca decir: “cuando la maten yo estoy camino a la costa”, dos días antes del ataque. También emergen elementos como chats y pericias vinculadas con las asesoras del diputado, Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco, quienes reconocieron haber borrado o reemplazado sus equipos en una oficina vinculada a Patricia Bullrich
