El peronismo bonaerense sigue dividido tras el cierre de listas

A casi un mes del cierre de listas, el peronismo de la provincia de Buenos Aires todavía muestra heridas abiertas. Las diferencias entre Axel Kicillof, los intendentes del PJ y La Cámpora generaron malestar interno que sigue latente de cara a la campaña.

El gobernador bonaerense buscó ampliar su espacio con nombres propios en las listas, algo que chocó con la estructura camporista y con varios jefes comunales que sintieron que perdieron lugares de poder. La Cámpora, con Máximo Kirchner como principal referente, retuvo su peso en la estrategia electoral, pero la tensión con Kicillof se hizo evidente.

En este contexto, el lugar que tendrá Cristina Fernández de Kirchner en la campaña todavía es una incógnita. Aunque mantiene alto nivel de influencia, aún no definió cuál será su nivel de exposición pública para respaldar a los candidatos del espacio.

La incertidumbre se combina con la dificultad para alinear a todos los sectores detrás de una estrategia única. Por ahora, la dirigencia evita las críticas en público, pero la interna se refleja en reuniones, actos y rosca diaria.

La campaña en el principal distrito electoral del país arranca con un peronismo dividido, donde los intendentes, Kicillof y La Cámpora intentan suturar diferencias para encarar la disputa con la oposición.

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