Mº Carlos Vieu – Direcotr Orquesta Estable

La Orquesta Estable ofrecerá un nuevo concierto sinfónico

Se interpretarán obras de Gabriel Fauré, Anatoli Liádov y Anton Bruckner con la dirección de Carlos Vieu.  Esta función forma parte de la agenda impulsada por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires. Entrada gratuita con reserva online. 

El Ciclo Anual de Conciertos continuará con una nueva presentación de la Orquesta Estable del Teatro Argentino que se producirá el sábado 19 de octubre, a las 20, en la Sala Alberto Ginastera de este Centro Provincial de las Artes, ubicado en la Avenida 51 entre 9 y 10. Este espectáculo se incluye dentro de las actividades promovidas por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.

Con la dirección de Carlos Vieu, se brindará un programa integrado por la “Pavana”, en fa sostenido menor, Op. 50, de Gabriel Fauré; “Ocho canciones populares rusas”, Op. 58, de Anatoli Liádov y la Sinfonía N° 4, en Mi bemol mayor, WAB 104, “Romántica”, de Anton Bruckner.

Las entradas gratuitas, con reserva online, se podrán obtener a partir del jueves 17 de octubre, a las 12, a través del link publicado en la Web y en las redes sociales del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y el Teatro Argentino.

Las personas mayores de 65 años tendrán además la opción de reservar tickets de forma presencial, mediante un cupo de entradas destinadas a tal fin, también el jueves 17 de octubre, de 12 a 18, acercándose a la boletería del Teatro y presentando su DNI.

Tres destacadas obras del repertorio clásico

La “pavana” fue una danza propia de la corte española durante el siglo XVI. Inspirado en su ritmo, el compositor francés Gabriel Fauré (1845-1924) escribió en 1886 una breve pieza para piano. Al año siguiente la orquestó y más tarde añadió como opcional un coro. Caracterizada por su elegancia melódica y armónica, la obra acabó convirtiéndose en una de las creaciones más celebradas de su autor. La versión orquestal se estrenó en París en 1888.

Anatoli Liádov (1855-1914), discípulo de Rimski-Kórsakov, recorrió las zonas rurales del imperio zarista para conocer su música folklórica. A esa experiencia la volcó luego en las “Ocho canciones populares rusas” que compuso en 1905 y se estrenaron ese mismo año en San Petersburgo. Obra reconocida por su calidez, gracia e imaginación y su colorida orquestación, incluye una canción sacra, un villancico, un lamento, una canción humorística, la leyenda de los pájaros, una canción de cuna, una danza campesina y la danza de la aldea.

Anton Bruckner (1824-1896) compuso la primera versión de su Sinfonía N° 4 en 1874. Como era habitual en él, dado su afán de perfección, la sometió a múltiples revisiones, que continuaron por lo menos hasta 1888. El estreno, el 20 de febrero de 1881, en la capital del entonces Imperio Austrohúngaro, con la Filarmónica de Viena dirigida por Hans Richter, fue muy exitoso. Se la conoce como “Romántica” porque, según un programa redactado por el propio Bruckner, buscaba en principio la recreación sonora de distintas escenas del mundo romántico medieval. Pero tras las sucesivas reformulaciones, la sinfonía fue perdiendo en buena medida su carácter programático. La obra pone de manifiesto el talento de un músico al que le tocó crear en un período de tensión  entre el clasicismo de un Beethoven o un  Brahms y las innovaciones representadas por autores tales como Berlioz, Liszt o -sobre todo- Wagner.

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