El COVID 19 sigue siendo una preocupación mundial
A pesar de una disminución en el número de casos en comparación al inicio de la pandemia, el COVID-19 llegó para quedarse y circular en la comunidad, lo que continúa provocando mortalidad en las poblaciones de riesgo y un impacto en la salud a largo plazo de personas que pueden o no tener factores de riesgo.
Desde su inicio, el mundo ha registrado más de 770 millones de casos positivos y ha sufrido más de 7 millones de decesos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue monitoreando y reportando la situación del virus e insta a la población a mantener los esquemas de vacunación al día para combatir el virus de manera efectiva.
En la Argentina, las cifras muestran que en 2023 hubo 5 veces más casos de COVID que de influenza, sin embargo, los niveles de inmunización bajaron considerablemente. En el primer semestre de 2024, se dio un aumento del 4,23% en los casos de SARS-CoV-2 en comparación con el mismo período del año anterior. El porcentaje de positividad para las muestras acumuladas durante este año es de 7,90%, lo cual indica que el virus sigue circulando activamente.
Según un informe de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (DiCEI), en la Argentina, la mayoría de los casos notificados de hospitalizaciones y fallecimientos corresponden a personas que no tenían al día la dosis de refuerzo. En este sentido, la Dra. Analia Mykietiuk, Médica Infectóloga (M.P: 111 482) remarcó que “el Covid-19 continúa siendo la causa más frecuente de neumonía adquirida en la comunidad que se interna y su mortalidad en mayores de 65 años ronda el 30%, especialmente en aquellos no vacunados en los últimos seis meses o el último año”.
Por su parte, si bien la mayoría de las personas que contraen la enfermedad por COVID-19 se recupera en unas semanas, algunas personas – incluso aquellas que se enfermaron levemente – pueden seguir teniendo síntomas por mucho tiempo después de la recuperación inicial, producto del daño que el virus puede causar en algunos órganos. “Muchos subestiman el padecer la enfermedad sin saber que, en algunos casos, no necesariamente graves, pueden quedar secuelas como: fatiga, tos, dificultad para respirar o concentrarse, por mucho tiempo después de la recuperación inicial. Este síndrome puede llegar a durar meses o años” explicó Mykietiuk.
Según investigaciones, entre uno y doce meses después de contraer la enfermedad, una de cada cinco personas entre los 18 a 64 años presenta al menos una afección médica que podría deberse al virus. Entre las personas de 65 años y mayores, una de cada cuatro tiene al menos una afección médica, como por ejemplo daños en diferentes órganos o mismo el desarrollo de una afección nueva como la diabetes, podría deberse al Covid-19.
Desde que comenzó la vacunación y la toma de conciencia por parte de la sociedad, la cantidad de casos y de mortalidad por Covid-19 ha disminuido significativamente. No obstante, las tasas de inmunización desde ese entonces hasta ahora han disminuido significativamente. En ese contexto, la Dra. Mykietiuk agrega: “Las personas manifiestan cansancio sobre el tema y reticencia a continuar aplicándose los refuerzos por asumir que la enfermedad quedó obsoleta cuando, en realidad, la vacunación ha sido un aspecto determinante para salir del momento crítico de la pandemia. Continuar con los refuerzos según lo indicado para cada grupo poblacional es fundamental para evitar la propagación del virus y la enfermedad grave”.
Existen diferentes grupos de riesgo a considerar al momento de mantener al día el esquema de vacunación contra COVID-19:
- Riesgo alto de Covid-19 grave: abarca a aquellas personas de 50 años o mayores, embarazadas y personas con inmunocompromiso a partir de los 6 meses de vida. Se recomienda aplicar una dosis de refuerzo a los 6 meses de la última aplicación y luego continuar con la misma periodicidad cada 6 meses.
- Riesgo intermedio de Covid-19 grave o alta exposición laboral al virus: contempla a las personas menores de 50 años con comorbilidades no inmunosupresoras, personal de salud y personal estratégico. Se sugiere una dosis de refuerzo a los 6 meses desde la última dosis aplicada y luego continuar aplicándose el refuerzo anualmente.
- Riesgo bajo de Covid-19 grave: engloba a personas entre 6 meses y 49 años inclusive sin comorbilidades. Se propone una dosis de refuerzo a los 12 meses de la última aplicada y luego continuar aplicándose una vez al año.
La situación epidemiológica actual se caracteriza por la predominancia de la circulación de una variante del Covid-19 denominada Ómicron. Esta variante se transmite más rápidamente que las anteriores, aunque genera cuadros de menor gravedad. Desde una perspectiva global, la incidencia y mortalidad refleja un panorama heterogéneo: cuando se observa la cantidad de contagios, Europa se ubica en el primer lugar con una cantidad de más de 24 mil casos. Sin embargo, si se analiza la cantidad de decesos, América es el continente que presenta la mayor cifra, con un total de más de 3 millones.
La OMS insta a la población a mantenerse informada y a seguir las recomendaciones de salud pública, destacando la importancia de la vacunación y los refuerzos para controlar la circulación del virus y proteger a los grupos más vulnerables. En esta misma línea, a nivel nacional, destacan la importancia de que todas las personas a partir de los 6 meses de edad cuenten con esquema primario y continúen con la periodicidad de refuerzos según las recomendaciones por grupo de riesgo. Cabe destacar que la vacuna contra COVID-19 se puede aplicar junto con las vacunas del Calendario Nacional y se encuentra disponible en los vacunatorios, centros de salud y hospitales públicos de todo el país.
“Recientemente, Argentina inició la aplicación de vacunas para la variante Ómicron XBB.1.5, una variante más vigente en la actualidad. Desde ya, es importante remarcar que las vacunas son seguras y ayudan a prevenir las hospitalizaciones y, en casos graves, la muerte. Por este motivo, es fundamental el refuerzo de la vacuna para sostener la protección y prevenir el desarrollo de formas graves de la enfermedad.” concluyó la Dra. Mykietiuk.
Las vacunas contra COVID-19 están disponibles de forma gratuita en vacunatorios públicos y centros de salud de todo el país. Las locaciones por provincia se pueden consultar en el siguiente link: https://www.argentina.gob.ar/coronavirus/vacuna