Teatro Argentino – Temporada 2022 – Concierto Sinfónico Coral – M° André Dos Santos – Solistas: Guadalupe Barrientos – Santiago Burgi

Culmina el ciclo de sinfonías de Scriabin

El Teatro Argentino continuará su temporada artística con un concierto sinfónico-coral que se realizará el viernes 2 de diciembre, a las 20.00, en el foyer del primer piso de este Centro Provincial de las Artes, ubicado en la Avenida 51 entre 9 y 10. Esta función integra el Ciclo “Primavera 2022”, enmarcado en el Programa “Las Cuatro Estaciones-Cultura del Abrazo”, impulsado por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires. Las mismas obras volverán a ofrecerse el domingo 4, a las 18.00.

Carlos Vieu será el director invitado, intervendrán la Orquesta y el Coro Estables -este último preparado por su titular, Hernán Sánchez Arteaga- y se ejecutarán el Concierto para piano N° 2, en do menor, Op. 18, de Sergéi Rachmaninov (con Iván Rutkauskas como solista); la Sinfonía N° 5, “Prometeo: el poema del fuego”, Op. 60, de Alexander Scriabin (con el mismo Rutkauskas como pianista) y el “Te Deum”, en Do mayor, WAB 45, de Antón Bruckner (con Marisú Pavón, Roxana Deviggiano, Arnaldo Quiroga y Walter Schwarz como solistas vocales y Florencia Rodríguez Botti como organista).

De este modo concluirá el ciclo integral de sinfonías de Scriabin, que el Teatro Argentino brindó durante esta temporada para homenajear al compositor ruso en el 150° aniversario de su nacimiento.

Las entradas gratuitas, con reserva online, se podrán obtener a partir del día miércoles 30, a las 12.00, a través del link publicado en la Web y en las redes sociales del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y el Teatro Argentino.

El segundo de los conciertos para piano de Sergéi Rachmaninov (1873-1943) surgió entre 1900 y 1901 y se estrenó el 27 de octubre de este último año, con el propio músico como solista. Está estructurado en tres movimientos de una duración prácticamente equivalente: Moderato, Adagio sostenuto y Allegro scherzando. Requiere de un pianista eximio que pueda afrontar las dificultades técnicas que plantea la partitura y es considerado por muchos el mejor de los cuatro conciertos para piano que concibió el autor.

Alexander Scriabin (1872-1915) escribió su quinta sinfonía entre 1909 y 1910. El estreno se produjo en Moscú al año siguiente, con el mismo músico al piano. La obra se refiere al mito griego de Prometeo, el titán que robó el fuego a los dioses para entregárselo a los hombres y recibió por eso el castigo de Zeus. Es una pieza muy compleja, en un solo movimiento, que emplea una gran orquesta, un piano -que juega un papel muy relevante- y un coro a cuatro voces que se suma en la parte final.

El “Te Deum” fue gestado por el compositor austríaco Antón Bruckner (1824-1896) entre 1881 y 1884. La primera ejecución tuvo lugar en Viena en 1885. Está dividido en cinco secciones y dura aproximadamente 24 minutos. Es la pieza litúrgica más interpretada y grabada del autor y una prueba más, al decir del musicólogo Constantin Floros, del modo en que dentro de la producción de Bruckner conviven “lo sagrado y lo profano, lo ceremonial y lo íntimo, lo religioso y lo romántico, el drama y el lirismo”.

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