Llovió en algunas zonas de Corrientes, y ayudó a apagar el fuego
La tormenta llegó a Santo Tomé, Perugorría, Tabay, Empedrado, Villa Olivari, Paso de los Libres, Mercedes e Ituzaingó, donde trabajaban decenas de brigadistas. En otras localidades aún no cayó tanta agua como se necesita.
Muchos brigadistas tuvieron que abandonar los focos de incendio en los alrededores de la zona de Santo Tomé, por la llegada de un frente de tormenta eléctrica. A las 17 del jueves, se largó un gran diluvio, finalmente llego esa ayuda del cielo tan esperada.
“Tormentas aisladas”, anticipaba el pronóstico meteorológico. El agua cayó justo cuando habían nacido nuevos focos en los campos circundantes de la ciudad de Santo Tomé.
“Ole lé, ola lá, si esto no es Bomberos, Bomberos donde está”, cantaban los brigadistas en la base de operaciones, empapados y felices por la mano que les tendió el clima, finalmente, después de días y días de combate contra un incendio espantoso que se estaba y se está devorando los campos de la zona.
Según confirmaron fuentes del Servicio Federal del Manejo del Fuego en el reporte de las 18.50 ya habían caído 44,60 milímetros en la zona de Santo Tomé, en un día que fue agobiante, con casi 42 grados de temperatura máxima. Para dar cuenta de la sequía, lo que llovió ayer por la tarde es la mitad de todo lo que llovió en 2022 en esta zona.
“El problema es que en el resto de las estaciones está tirando menos de 10 milímetros, sobre todo la zona centro donde están los focos del Iberá. Aunque la masa de nubes sigue estando y tenemos la posibilidad de que siga descargando algo, ojalá se dé”, comentó Jorge Heider, director de Planificación y Prevención del Servicio, que depende del Ministerio de Ambiente nacional.