Los Gimnasios entrenan con nuevo protocolo
A casi un mes de la esperada apertura, los gimnasios y los usuarios, se acostumbran a una nueva forma de entrenamiento.
Por Nahuel Leto
Desde el 20 de marzo los gimnasios han quedado cerrados al decretarse la cuarentena por el Covid-19, a casi 7 meses, el gobierno porteño y diferentes municipios de la provincia de Buenos Aires han autorizado para reabrir las puertas.
Desde Provincia News analizamos la situación y visitamos FITGURU que se encuentra en Palermo, nos cuentan cómo se está dando esta nueva normalidad “Estamos volviendo muy lentamente, al cliente le cuesta regresar a entrenar en todos nuestros servicios, musculación, clases grupales como yoga, funcional, localizada, zumba y estiramiento, si bien el porcentaje de ocupación es del 25%, esta capacidad no está siendo totalmente usada”, dijo Pablo Sampee.
“Rentable no está siendo ya que el retorno llega al 10% de la capacidad pero la reapertura era necesaria para el sector y para la gente, hay que tener en cuenta que somos un agente de salud”.
En cuestiones económicas este fue un sector duramente golpeado por la cuarentena. En la Ciudad de Buenos Aires hay 1.352 gimnasios que emplean 17.000 personas, a estos gimnasios asisten alrededor de 650.000 personas. En Argentina existen unos 8.000 gimnasios, desde el inicio de la cuarentena cerraron unos 1.000 gimnasios.
Repasemos el protocolo que está siendo implementado por todos los gimnasios:
- El usuario deberá aguardar fuera del establecimiento hasta ser atendido.
- Al ingreso se le tomará la temperatura corporal, la cual debe ser menor de 37,5ºC.
- A disposición del público, alcohol en gel o sanitizante en el acceso.
- Los turnos serán de 45 minutos.
- El tapabocas será obligatorio durante todo momento de circulación.
- Las máquinas y elementos de entrenamiento deberán limpiarse entre uso y uso.
- Se deberá mantener en todo momento la distancia de 2 metros, con actividades de alta intensidad la distancia deberá ser de 6 metros entre las personas.
- Los materiales no se podrán compartir en ningún momento de la sesión de entrenamiento.
- No podrán desarrollarse actividades que impliquen contacto físico entre los usuarios.
- No se puede utilizar vestuarios y sanitarios.
- Se recomienda el uso de medios de pago electrónicos, al pagarse con otro medio se deberá desinfectar las tarjetas como también el posnet.
“La gente que llega se siente cuidada por los protocolos que estamos implementamos a rajatabla. Han regresado socios anteriores muy paulatinamente es un periodo de adaptación para nosotros y para la gente también, el gimnasio brinda es un servicio muy personalizado”, concluye Pablo Sampee.
“Se espera una demanda del 25% en los gimnasios y existe una cantidad de gente que todavía no quiere asistir al entrenamiento en los gimnasios y otra que no puede hacerlo. También hay usuarios que seguirán con las clases online”, según declaraciones de Adrián Stoll, vicepresidente de la Cámara de Gimnasios de la Argentina.
También Fernando Storchi presidente de la misma entidad dejó claro que: “Necesitamos que esta sea una reapertura sostenible. Todo este tiempo cerrado fue muy duro”.
Queda claro que los gimnasios son ese lugar al cual asistimos diariamente para llevar una rutina de entrenamiento que en muchos casos nos permite mantenernos en forma o tratar de alcanzar ese estado óptimo como parte de un entrenamiento complementario a un deporte específico. Pero sin lugar a dudas son lugares que actúan como un catalizador del stress diario y nos mantiene saludables mentalmente. Esto lo entienden bien desde el Municipio de San Isidro en declaraciones anteriores el Intendente Gustavo Posse mencionaba “Estamos contentos con el protocolo que establecimos, porque al mismo tiempo que protege a trabajadores y usuarios, permite que los vecinos vuelvan a la actividad física, algo que también hace bien a la mente”. Por otra parte los gimnasios reclaman que se los reconozca como agentes de salud; la reducción de la alícuota del IVA al 10,5% para el sector; la continuidad del programa ATP durante los 6 meses posteriores a la reapertura; el acceso a créditos a tasa cero para pago de salarios y la reducción de aportes y contribuciones.