Emotivo reconocimiento para todo el personal de salud
Ayer por la tarde, en el histórico jardín del Museo Pueyrredón, el Municipio de San Isidro reconoció a su equipo de salud por su lucha diaria contra el coronavirus.
En un acto que presidió el intendente Gustavo Posse, el personal de salud sanisidrense recibió prendedores con forma de corazón, con el lema “Dar Todo”, en lo que fue un reconocimiento simbólico a los trabajadores por “poner el corazón de lunes a lunes”.
“Estamos orgullosos por su labor, por poner su corazón desde siempre, y ahora más que nunca. Este reconocimiento es para todos los agentes de salud, que no sólo son los médicos, sino enfermeros, técnicos, camilleros, personal de limpieza y cocineros, entre otros”, afirmó Posse.
A su lado, el doctor Miguel Pereyra, director general de Salud de San Isidro e ideólogo de la propuesta, agregó: “El equipo de sistema de salud ya estaba preparado para afrontar situaciones tan complejas y difíciles como ésta, y en todo este tiempo debimos seguir esforzándonos. Quiero decirles a los sanisidrenses que no vamos a aflojar, que vamos a seguir dando lo mejor de nosotros para que la población se sienta segura”.
Con emoción, se entregó las distinciones a representantes de los tres hospitales municipales, centros de atención primaria y puestos móviles sanitarios. El prendedor o pin es, también, un elemento que crea sentido de pertenencia ya que lo recibirá cada uno de los trabajadores de salud, alrededor de 5.000, del sistema municipal.
Marcelo Suárez, director del Hospital Municipal Materno Infantil, remarcó: “Es una iniciativa muy buena. Es destacar el esfuerzo diario ante un panorama mundial tan complejo. Si San Isidro está enfrentando esta pandemia de la forma en que lo hace es porque tiene un sistema de salud consolidado y que siempre fue priorizado”.
“Es una emoción especial la que uno siente cuando se lo reconoce por su labor médica. Es fundamental que todos sepan que hay que seguir cuidándonos, que no hay mejor vacuna que mantener el distanciamiento social”, concluyó Jorge Farina, director del Hospital Municipal Boulogne.